En la Sociedad Humanitaria del Condado de Huntington, el panorama está cambiando drásticamente, no solo para los animales que aguardan un hogar, sino para las familias que intentan cuidarlos. Katie Hudson, presidenta del directorio, relata que los dueños de mascotas se enfrentan a una de las disyuntivas más crueles imaginables: elegir entre conservar a sus animales o mantener un techo sobre sus cabezas. Hudson, quien comenzó como voluntaria hace seis años sin imaginar la precariedad con la que se encontraría, asegura que la necesidad de la comunidad ha crecido a la par de la del refugio.
Para hacer frente a esta realidad, la organización está lanzando “Standing Together for Animals and You” (STAY), un programa diseñado para intervenir antes de que las familias se sientan obligadas a entregar a sus mascotas. Al ser una iniciativa inédita, Hudson explica que se trata de un esfuerzo comunitario de base, ya que el programa aún no califica para fondos concursables o subvenciones estatales. Todo el financiamiento inicial proviene de aportes locales.
Los cinco pilares del apoyo comunitario
La estrategia de STAY se estructura en cinco ejes fundamentales para evitar el abandono. El primero es “Quédate en casa”, que ofrece ayuda con depósitos de alquiler y vivienda; seguido por “Mantente sano”, enfocado en vacunas a bajo costo y microchips. También incluye “Mantente alimentado”, mediante un banco de alimentos y sitios de distribución; “Mantente listo”, que entrega entrenamiento conductual y educación sobre tenencia responsable; y finalmente “Mantente conectado”, que fomenta programas de voluntariado, hogares de acogida y alianzas con socios comunitarios.
Cambios drásticos en la gestión de animales callejeros
Mientras en Huntington buscan retener a las mascotas en sus hogares, en Muscatine la Sociedad Humanitaria enfrenta una crisis administrativa tras el cierre del espacio físico de un refugio y el anuncio municipal de que ya no se retendrán gatos callejeros. Desde el lunes, el Control de Animales de Muscatine modificó sus políticas de ingreso y el refugio contratado por la ciudad, “It Takes a Village”, cerró sus puertas por restricciones presupuestarias.
Ante este vacío, Chris McGinnis, directora del refugio local, se ha propuesto asegurar que estos felinos no queden desamparados. Las instalaciones de la Sociedad Humanitaria de Muscatine ya se encuentran repletas de gatos dóciles que, desde el 1 de diciembre, dejaron de llegar a través del control animal municipal. El capitán de la policía de Muscatine, Jeff Jirak, explica que la decisión responde estrictamente a la responsabilidad fiscal y el resguardo de los impuestos de los contribuyentes, dado que el control animal acogió a 942 gatos desde 2021 con un costo aproximado de 100 dólares por animal.
Sin embargo, para McGinnis dejar a los animales a su suerte no es una opción viable. La directora y su equipo han iniciado una campaña de recaudación con la meta de salvar a 800 gatos reuniendo 80.000 dólares, habiendo logrado juntar cerca de 2.700 dólares en los primeros días, un esfuerzo que incluso el capitán Jirak ha elogiado públicamente.
Medidas urgentes ante las bajas temperaturas
Más allá de los problemas financieros y administrativos, las condiciones climáticas actuales exigen atención inmediata. La Sociedad Humanitaria de Quincy ha emitido advertencias sobre cómo proteger a las mascotas durante la ola de frío, recordando que es vital estar atentos a las señales de hipotermia o angustia, como temblores físicos y cambios repentinos de humor.
Pilar Brumbaugh, directora ejecutiva de la organización en Quincy, enfatiza la importancia de limitar el tiempo que los animales pasan a la intemperie. Si deben salir, es crucial que tengan un lugar seguro y cálido al cual regresar, provisto de mantas secas. Brumbaugh advierte que el pelaje mojado por la nieve aumenta el riesgo, por lo que recomienda secarlos exhaustivamente con una toalla al entrar, tal como se haría después de un baño, asegurándose de retirar cualquier resto de hielo o nieve de sus patas.
Asimismo, los expertos sugieren mantener una reserva extra de alimento, ya que el clima podría dificultar el abastecimiento, y considerar el uso de ropa protectora, como suéteres y botas para la nieve, para aquellos animales que lo requieran al salir al exterior.